Cuando se menciona la palabra ‘paraíso’, nos llegan a nuestro cerebro imágenes de las incomparables playas de la Polinesia francesa , un crucero de lujo por el Nilo o una ruta con el Transiberiano recorriendo media Europa.
Pero hete aquí que paisajes igualmente embriagadores los tenemos a un ‘tiro de piedra’, sin tener que azuzar demasiado el bolsillo. En las Islas Cíes, encontramos un paraíso abrupto, casi salvaje, de acantilados espectaculares y playas arrebatadoras.
Ya, me dirán que no es el momento para pegarse un chapuzón en sus cristalinas aguas, pero no podrán negar que la belleza que el paisaje desprende bien vale una visita, probablemente disfrutarán incluso más.
Desde Vigo, salen embarcaciones privadas hasta la zona de San Martiño, en el extremo sur de las islas, eso siempre que el tiempo lo permita. Los trayectos regulares se hacen en verano y Semana Santa. En la estación marítima de Vigo le informan de los horarios, y para cualquier otro tipo de información general pueden llamar directamente al Parque Nacional de las Islas Atlánticas.
Tres islas conforman el archipiélago; Junto a la de San Martiño, la de Monte Agudo y la isla O Faro. Las dos últimas, unidas por una magnífica playa, la de Rodas, que ha sido bautizada como la playa más bonita del mundo, según la publicación The Guardian.
Tras el embite que supuso la catástrofe del Prestige, este paraje natural, habitat de gaviotas y otras aves acuáticas, vuelve a mostrar esa belleza que nunca la abandonó. Cuenta la leyenda que Dios descansó en estas Islas, el séptimo día de crear el mundo, por algo será…
Vía|Islas Cíes