Los bonsáis

28 mayo, 2009
Museo del Bonsái, Alcobendas, Madrid, Fotografía: publikaccion.es

Museo del Bonsái, Alcobendas, Madrid, Fotografía: publikaccion.es

Cierto es que los japoneses son especialistas del arte de crear jardines y bonsáis. Un ejemplo famoso de jardín es el Pabellón de Oro de Kioto, mientras un experto de bonsáis fue Saburo Kato, hijo de Tomekichi (fundador del vivero “Mansei-En” de Tokio). 

Piensen que cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, los soldados americanos viendo el mencionado vivero, quedaron tan fascinados que quisieron aprender el arte de crear estos árboles en miniatura y en cambio ofrecían alimentos y suministros varios para los bonsáis. Este tipo de árbol se hizo tan famoso que hasta el mismo General MacArthur pidió a Saburo Kato que diera clases en la base estadounidense.

Un pequeño bosque para gnomos en el Museo de  Washington, Fotografía: Grufnik

Un pequeño bosque para gnomos en el Museo de Washington, Fotografía: Grufnik

¿Y como no maravillarse delante de estas obras de arte? Deben saber que en verdad nacieron en China, pero luego fueron los japoneses a perfeccionar las técnicas.

El bonsái, de hecho, no es una planta pequeña natural y tampoco está empequeñecida de manera genética, simplemente se la mantiene así podeando el tronco, hojas y raíces cada cierto tiempo, dándole la forma deseada. Cualquier especie arbórea o arbustiva se puede cultivar como bonsái y vivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie.

Portland, OR, Fotografía: ortizmj12

Portland, OR, Fotografía: ortizmj12

Podemos dividir a los bonsáis en base al tamaño, según la forma del tronco, según el número de troncos y según la forma de las raíces. Uno que me encanta es el Ishizuki, osea agarrado a una roca, cuyas raíces pueden abrazar la roca o estar dentro de ella. Otro es el Kengai, osea a cascada.

Pueden admirar estos árboles en muchos sitios del mundo que cuentan con numerosas colecciones abiertas al público, aquí en la página de Wikipedia tienen una lista.

Vía | parentesys.es,