Aún con el recuerdo de las Olimpiadas de Beijing 2008, los ‘apasionados’ de los Juegos, no pueden dejar pasar lo que le vamos a contar. Si viaja a Pekín, estos días, y se deja caer por una de las tiendas olímpicas que aún siguen abiertas, se encontrará con la posibilidad de adquirir un trocito de cesped y del acero con el que está recubierto el estadio olímpico, convertido ahora en todo un símbolo de la ciudad asiática. Esta iniciativa no es nueva, y nos recuerda a aquella otra puestra en marcha en la Expo Zaragoza, que reunió a cientos de residentes y turistas frente a alguna de las tiendas de ‘souvenirs’, días después de que el evento concluyera, y que no dejó ‘títere con cabeza’ (expresión ‘sui generis’ para referirme a que las existencias se agotaron en un abrir y cerrar de ojos).
Algo así, han organizado en Beijing, donde, al precio de unos 330 euros (420 dólares), le entregan un paquete ‘Nido de pájaro’ (como se le denomina al famoso estadio ), con hierba y tierra procedente del centro de las pistas y, con una antorcha en miniatura confeccionada con el acero de la estructura del recinto.
Es una forma de aprovechar al máximo los réditos a esta construcción, con capacidad para 90.000 espectadores y que hoy, es un lugar imprescindible a visitar, le guste o no el deporte.
Vía|El Pais
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