Era el año 1963 cuando el argentino Joaquín Lavado, en arte Quino, trabajando para una promoción (que nunca se hizo) de una línea de electrodomésticos, creó por primera vez el personaje Mafalda.
El nombre Mafalda, un nombre propio italiano que deriva del portugués Matilde, fue inspirado por la novela “Dar la cara” de David Viñas. Solo años después, cuando ya fue creada la tira cómica que la hizo famosa en Latinoamérica y Europa, algunos amigos de Quino, entre los cuales Miguel Brascó, decidieron relacionar el nombre de la protagonista a la Princesa Mafalda de Savoia.
La historieta de Mafalda está ambientada en un sitio real, en la calle Chile número 371 del barrio de San Telmo, en Buenos Aires; aquí residió Quino cuando la dibujaba. El barrio, que ya es un sitio turístico de por sí, ahora contará con una nueva atracción, de hecho será instalada, justo en la puerta de esta casa donde Mafalda solía sentarse, una estatua suya (se piensa de tamaño normal). Así que ya saben, de ahora en adelante podrán sentarse en el famoso escalón junto a Mafalda y tomarse fotos.
No sabemos si Mafalda logró trabajar como intérprete en la ONU, lo que si sabemos es que sus vecinos están muy contentos con su regreso.
Efectivamente, ya desde hace bastante tiempo, en el barrio Colegiales de Buenos Aires, le han dedicado una plaza, muy bonita por cierto, que también tiene juegos para niños.
Otras curiosidades: El personaje Manolito existe realmente. No ha logrado crear la cadena de supermercados, pero ha tomado el puesto de su padre y es el actual dueño del almacén Don Manolo; lo encuentran en la calle Balcarce 772, a la vuelta de la casa de Mafalda.
Encontramos un mural de Mafalda también en el metro de Buenos Aires: En el pasaje de la estación Perú de la línea A con la estación Catedral de la línea D.
Concluyo diciendo, que en 1982 Carlos Márquez produció la película de animación Mafalda, aunque poco conocida.
Vía | perfil.com, wikipedia, blocdeperiodista.com