Aquí lo digo y aquí lo niego, soy una gran curiosa, siempre que estoy espiando, ya sea con las webcams del mundo, que desde la ventana de mi casa o la de mi ordenador. Pero hay quien me supera!
Para eso hay que mencionar el concepto de zoo humano. No me interesa la parte “racial”, en absoluto, simplemente decir que en pasado han habido casos de zoos donde se exponían a las personas, cosa que ha continuado no obstante la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Un claro ejemplo lo tenemos justo estos días en el zoo de Londres donde “los curiosos” podrán admirar por todo el fin de semana la especie de Homo sapiens. Extraña especie peligrosa y destructiva de su hábitat, un “mono pensante” cuyo “missing link” algunos ven en Ida (la noticia es cierta y aparecerá en los libros de historia). Paul Hutton, así han llamado al ejemplar expuesto que a veces “se desnuda completamente” y que se relaciona muy bien con los niños de su especie. El experimento es para que los visitantes puedan aprender algo más sobre esta extraña especie y el efecto que produce en su alrededor.
Cambiamos lugar y llegamos a los Países Bajos, donde los experimentos sobre los humanos continúan. Esta vez se trata de un restaurante, un verdadero laboratorio en vivo, donde las personas con eso de que la comida cuesta poco se dejan observar por unas cámaras que registran su comportamiento (expresiones faciales, menú preferido, cantidad de comida tomada, el peso etc.). En una sala anexa al restaurante, que es copropietario de la Universidad de Wageningen, se encuentra el centro de vigilancia, como si del Gran Hermano se tratase. Algunos lo han llamado infaustamente “el restaurante del futuro”. Lo que se hace para pagar poco!
Y ustedes siéntanse seguros, porque el “ojo todo lo ve”… No comment!