Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el lugar donde nació Marco Polo. Aunque la tradición popular lo sitúa en Venecia, lugar de mercaderes y punto de enlace con las rutas hacia el extremo oriente, hay otros que, sin embargo, piensan seriamente que Marco Polo es croata.
Sin datos concluyentes sobre si procede de la floreciente Italia o del país dálmata, lo que nadie pone en duda es, confirmado por diversos documentos, que la familia del explorador sí residió en la isla de Kórcula.
Kórcula, a la que se accede a través de un ferry procedente de Dubrovnik, al sur de Croacia, que sale cada veinte minutos, está rodeada por una fortificación que data del Siglo XIV. La leyenda dice que fue Atenor, héroe de Troya quién la fundó. Mitología aparte, la huella veneciana puede percibirse en sus callejuelas, en intramuros, y en edificios tan interesantes como la Catedral de San Marcos, en sus palacios aristocráticos y en el claustro del monasterio franciscano.
A la llegada a la Isla, el Faro de Kórcula nos da la bienvenida, luego adentrándonos en el casco histórico, podemos visitar la casa familiar de nuestro protagonista. De hecho, los residentes en Kórcula, han sacado provecho a esta vivienda, desde cuyo mirador, situado en la torre, se divisan la costa y las islas vecinas. En Croacia, hay más de mil repartidas, la mayoría deshabitadas, pero provistas de un encanto muy particular.
Vía|Paisajes
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