Un turista, en un día normal, paseando por una calle normal, podría encontrarse algún contorsionista que le alegra el día.
En Estocolmo, en cambio, podría encontrarse un retrete en medio de la calle un poco particular.
O un encuentro de Fiat 500 que parece que sobreviven muy bien.
Sobre todo los de color rosa que aman pasearse por París o por Milán.
Y siempre en Milán, para navidades, podría encontrar el “tranvía de las felicidades”.
Mientras en algunas normales paradas del bus y del tranvía, si se aburre puede siempre ponerse a leer los libros gratuitos, algunos tienen hasta poesías, ¿quién sabe que esperando el bus no encuentre también el amor como en las películas?
Un poco menos romántica resulta la plaza Unidad de Italia de Trieste después que ha llegado la Isla de MTV.
Y justamente por la mañana hay que limpiarla toda, personas incluidas.
Por cierto, la próxima cita con la Isla de MTV en Trieste es para este sábado, se presume que llegarán unas 30.000 personas, contro las 50.000 de la última vez. Y si no me leen por unos días es que me he perdido por ahí. 🙂
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