Es imposible desligar a Barcelona de su pasado histórico, especialmente de su enorme influencia religiosa y legado doctrinal. Es por eso, que viajar por la ciudad española implica toparnos con una gran cantidad de iglesias, conventos y monumentos que nos remontan a épocas pasadas, como la famosa iglesia de Santa María del Mar, construida en el año 1329 con más de un siglo de duración.
Caminar por el interior de la iglesia de Santa María del Mar significa repasar por una serie de acontecimientos históricos y cientos de ceremonias religiosas que han vestido de espiritualidad y cristianismo a lo largo de los años. Y es que a pesar del terremoto de 1428, el complejo arquitectónico no ha perdido su esencia, cautivando con la misma devoción a los miles de devotos y turistas que llegan hasta aquí.
Se trata de la única iglesia gótica catalana con un acabado a la perfección, y que goza de una figura reluciente desde la parte exterior, específicamente en la fachada, hasta donde se ven las principales características del gótico catalán (que se diferencia notablemente del gótico europeo).
El estilo gótico sobresale entre otras cosas por sus líneas horizontales que predominan entre los espacios vacíos y terrados sin tejado. Eso sí, los contrafuertes suelen ser macizos y sin arbotantes, mientras que las torres son octogonales con terrados acabados.
La belleza del interior de la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona es indescriptible, con excelentes condiciones acústicas ideal para levantar conciertos y eventos de gran envergadura (de vez en cuando se programan conciertos de música clásica, oriental o jazz).
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