Me gusta empezar los paseos por el Albayzín desde el mirador de San Cristobal. Se trata de un punto con cierta altura que nos va a hacer el paseo mucho más agradable y llevadero, ya que no tendremos que enfrentar cuestas ni repechos.
Este mirador es un lugar muy especial debido a la panorámica de la ciudad que desde aquí podemos contemplar. El Mirador se encuentra orientado hacía el sur, lo cual permite disfrutar de unos atardeceres de gran belleza y romanticismo. Desde este punto podemos observar la antigua muralla zirí y el palacio de Dar al-Horra, donde según cuenta la leyenda, el sultán Muley ordeno recluir a su esposa tras enamorarse este de una granadina cristiana.
Adentrándonos en el Albaycín a través de la calle Pagés, podemos observar la magia y la belleza de unas calles que tienen, incluso más años de historia que la propia Alhambra. Precisamente una de las calles mas representativas del alma de este barrio es la calle del agua. Esta calle fue llamada así por ser el lugar donde se hallaban unos antiguos aljibes y baños árabes y nos conducirá hasta Plaza Larga, lugar que ha sido siempre uno de los puntos vitales del barrio. En este lugar se celebra varios días a la semana un mercadillo que no debe haber cambiado mucho a lo largo de los más de mil años de historia del barrio. Una vez aquí, es fácil dejarse llevar por los aromas y los hábitos más cotidianos del barrio. Esta plaza fue lugar de acceso a la parte más antigua del barrio, delimitada por la antigua muralla zirí.
Entraremos en la zona amurallada por el arco de las pesas y la puerta nueva, llamada así por que sustituyó a otra puerta de entrada aún más antigua y que actualmente se encuentra dedicada al culto del patrón local San Cecilio. Desde este lugar hasta el mirador de San Nicolás no hay más que unos pasos que resuenan en el empedrado de la estrecha calle mientras nos acercamos a la luz y la claridad que desprende la plaza y la iglesia de San Nicolás.
El mirador de San Nicolás es uno de los lugares más representativos de Granada como ciudad y del Albaycín como barrio. Desde aquí podemos contemplar una vista completa de todo el conjunto de la Alhambra, el Generalife y el centro sur de la ciudad. Se trata de un lugar de gran afluencia turística, lo cual hace que confluyan en pocos metros cuadrados multitud de expresiones artísticas que hacen del lugar un sitio mágico.
Este breve paseo por el Albaycín nos deja notar la influencia que han tenido en el barrio las diferentes culturas que lo han habitado durante casi un milenio. Os lo recomiendo a todos.
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