Los demonios, fantasmas y otros seres sobrenaturales abundan en estas cuatro alternativas para quienes gustan pasar de un fin de semana escalofriante y divertido para celebrar Halloween.
- Museo de los demonios, en Kaunas (Lituania): aunque no se trata del infierno real, usted verá al diablo en sus mil formas. El Museo de los demonios dispone de más de 3.000 estatuas de demonios, esculturas y pinturas, muchas de las cuales pertenecían a un artista y coleccionista privado. Los visitantes pueden conocer todos los tipos de demonios de una serie de países de Europa.
- Jardines del Infierno Budista (Tailandia): un cartel de bienvenida en la entrada nos advierte que estamos a punto de ingresar al verdadero infierno. En este monasterio budista, los jardines del infierno representan el castigo de los pecadores expresado en estatuas de hombres y mujeres con sangre producto de la tortura de feroces monstruos. El mayor atractivo se concentra en la tradicional casa embrujada, con gráficos visuales de primera, recomendable para llevarse un buen susto.
- La Iglesia de los huesos (República Checa): con una construcción que data del siglo XV, esta iglesia es el lugar de descanso de 40.000 personas cuyos restos se encuentran acumulados en el sótano de la capilla. Además del pozo de cadáveres, también llama la atención algunos objetos fabricados a base de huesos, entre lámparas de araña, escudos de arma y hasta columnas.
- La Ciudad Fantasma, en Fengdu (China): prepárate para un viaje tenebroso en la Ciudad Fantasma, donde los visitantes tendrán un encuentro con el más allá. Según las creencias taoístas, la leyenda dice que la ciudad se convirtió en fantasma hace más de 2000 años atrás, cuando dos hombres se transformaron en seres celestiales.