Fotografía: exekias
Las setas normalmente crecen en cualquier ambiente húmedo y con poca luz, por ese motivo es fácil encontrarlas en los bosques, gracias a la humedad que proporcionan los árboles. Aunque no se cultiven en huertas se pueden clasificar como hortalizas y de comestibles las hay muchas, desde el champiñón al gurumelo, desde el níscalo a la oronja. Se pueden comer solas, con el arroz, con el pescado… Y ustedes, ¿saben cuáles son comestibles y cuáles no?
Pues podrán enterarse y/o profundizar sus conocimientos gracias al Museo de arte de las setas, donde podrán verlas no sólo en primavera u otoño, sino todo el año. El Museo, nacido en 2003, lo encontramos en Montmajor, un municipio de la comarca del Berdeguá (interior de Cataluña), a su vez formado por varios núcleos habitados. La zona del Berdeguá, en el período justo, ve nacer a muchas setas gracias a su clima lluvioso y frío, con nieve en invierno en las partes más altas y veranos no muy calurosos.
Fotografía: Jordi Masagué
De hecho, a los ciudadanos de la comarca del Berdeguá les encanta ir a recoger setas y cuentan con una larga tradición. El Museo, como les iba mencionando, ha nacido en 2003 gracias a la donación que ha hecho la ceramista Josefina Vilajosana y en su interior podrán ver setas de muchas especies y familias, lo que pasa es que no son setas de verdad, sino de barro, pero tan bien hechas que os parecerán de verdad. Formas, colores, tonos y detalles reproducidos a la perfección, vuestros ojos podrían ser engañados como me han engañado a mí las fotografías del museo.
Yendo al museo podrán beneficiar también de una visita guiada y si sus ganas de setas no se han acabado pueden siempre ir al mercado tradicional que se hace todos los miércoles en la plaza de Montmajor desde los años veinte del siglo pasado, o ¿por qué no?, ir a recogerlas ustedes mismos.
Vía| Salud y Turismo Rural, www.museudartdelbolet.org