Fotografía: Cityplug
Bélgica puede ser tan abrumador y emocionante como país que nunca terminaríamos en ponernos de acuerdo sobre una definición que encierre tanta variedad de destinos. Sin embargo, si hablamos de Brujas las posibilidades de llegar a un acuerdo son más factibles, sobre todo si salpicamos el debate con el tema de los restaurantes. Una fantástica aventura culinaria nos aguarda en el corazón de Brujas, con los establecimientos más singulares y ricos en tradición y cultura.
Hay para todos los gustos y paladares. El precio por un menú en los restaurantes de Brujas suele incluir tres platos y una botella de vino de la casa. En pocas palabras, si vas a comer en Brujas tiene que hacerlo bien, de lo contrario solo estarías comiendo. A continuación algunas tentativas propuestas:
• De Verbeelding: se trata de un establecimiento barato, donde se sirven deliciosas pastas, ensaladas y tapas en un agradable entorno histórico (cerca de la Plaza Markt).
• Den Gouden Cop: situado en la esquina de la plaza Markt, este restaurante se ha especializado en platos de flamenco como por ejemplo los bouillabaisse y panqueques Norman. Comer aquí es una verdadera delicia.
• Mosselkelder: ninguna visita a Flandes es completa sin probar el plato nacional de los mejillones al vapor. Mosselkelder (Bodega del mejillón) es una alternativa muy recomendada para los que desean probar los mejores platillos y especialidades de flamenco.
• ‘T Zwaantje: un lugar con lo mejor de la cocina tradicional belga francés, con una amplia variedad de mariscos y especialidades de temporada.