Duvrovnik es nota mundialmente la perla dell’Adriatico, y es el principal destino turístico de Croacia.
La primera cosa que resalta a la vista entrando en la ciudad son sus murallas, de casi 2 kilómetros, si lográis subiros podréis tener una visual completa del casco histórico y del litoral.
Su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad (UNESCO) nos narra su antigua historia a través de sus murallas, de sus calles y de sus edificios; una historia que remonta a la primera mitad del siglo VII, cuando los habitantes de la cercana la Epidaurum (Ragusavecchia o Cavtat) aquí se trasferieron huyendo de los invasores.
Las calles nocturnas están iluminadas por viejos faroles que nos llevan atrás en el tiempo y nos hacen revivir las varias epopeyas, volviendo la atmósfera sublime; todo quizás mientras se gusta un buen helado, que aquí se encuentran en cada esquina. Y no os sorprendáis si paseando os tropezáis con algún famoso, aquí vienen acogidos con mucha sencillez y sin paparazzi.
Podéis asomaros en una de sus muchas terrazas que ofrecen música en vivo y contemplar la ciudad, quizás con una “dulce compañía”. Una de estas deliciosas terrazas la encontráis en el restaurante Kamenice, un restaurante económico donde gustar platos a base de pescado, como el arroz con calamares.
En fin no olvidéis de visitar la Farmacia más antigua de Europa del Sur y el Museo del Monasterio Franciscano que custodia los inventarios de la farmacia y obras de joyeros, pintores y bordadores de la ciudad.