La ciudad amurallada de Dubrovnik se ha convertido actualmente en una oportunidad imperdible para hacer turismo y visitar sus clásicas hileras de tejados rojos que podemos encontrar en el profundo azul-verde del Adriático. Y como bien lo resumió alguna vez George Bernard Shaw, Premio Nobel de Literatura, para “aquellos que buscan el paraíso en la Tierra, pueden buscar en Dubrovnik“.
Dubrovnik es una ciudad que por donde se le vea es sumamente cuidadosa y estética. Esto le ha sido suficiente para que la UNESCO declare todo el contenido que hay dentro de sus murallas como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Y es que valgan verdades, estamos hablando de un lugar cuya historia pesa enormemente y que ha dejado un legado no solamente artístico, sino también educativo y cultural.
Precisamente, la arquitectura medieval en Dubrovnik es una posibilidad para visitar las construcciones más emblemáticas y representativas de la ciudad. Sin embargo, también es importante señalar que el impulso moderno se ha asentado a la perfección en las calles de Dubrovnik, una combinación perfecta que reúne el pasado y presente en un solo conjunto.
De esta manera, no es ninguna novedad encontrarnos con diferentes ambientes para la recreación y el entretenimiento, desde restaurantes, cafés y locales de distracción, hasta shows artísticos improvisados que pueden apreciarse en algunas zonas específicas de la ciudad. La vida nocturna en Dubrovnik es tan festiva como cualquier otra, dentro de sus limitaciones y con posibilidades infinitas para pasarla más que bien. Hay para todos los gustos y colores.