Los monjes cistercienses eran reconocidos como los mejores agricultores de Europa. Gracias a sus explotaciones, la orden del Císter adquirió una importancia trascendental en España, siendo una de las congregaciones religiosas más antiguas y que más huella dejaron a su paso. En el Monasterio navarro de Iranzu, el tiempo se detiene…
Cerca de la localidad de Estella, rodeado por las montañas de Yerri, y por un estrecho sendero se llega al monasterio, uno de los más antiguos de España (Siglo II d.C), habitado, en un principio por benedictinos. Restos del claustro primitivo aún permanecen. Tras la llegada del Císter, Iranzu renace.
La abadía se convierte en una de las referencias de esta Orden en Europa, ruta esencial del Camino de Santiago y lugar de peregrinaje. Su claustro, es una de las joyas del monasterio, profusamente ornamentado, construído entre los siglos XII y XIV.
Desde este patio central, se disponen el resto de estancias: el scriptorium o sala de los monjes, el lavatorio con una fuente de planta hexagonal, las 24 celdas que conforman el locutorio, el refectorio y la espectacular Sala Capitular, que junto a la Iglesia de Santa María, constituyen dos muestras del gótico más genuino.
Y si después de tanta belleza queda exhausto, junto al monasterio, se halla la Hospedería de Iranzu, aunque en las localidades vecinas también encontrará alojamiento.
Vía|Turismo Navarra