Fotografía: Wikipedia
Más conocido como el Palacio Nacional da Pena, está ubicado en la freguesia de São Pedro de Penaferrim, la ciudad de Sintra y fue declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1993.
Esta obra arquitectónica de estilo romántico construida entre peñascos, sirvió de residencia en el siglo XIX a los reyes de Portugal. Una obra realizada a pedido del rey Fernando de Sajonia, esposo de la reina María II, este palacio tuvo como base las antiguas ruinas del monasterio Jerónimo del siglo XV.
El palacio tiene cuatro áreas principales dentro de todo su complejo:
- Los cimientos y murallas exteriores, las cuales poseen dos puertas y un puente levadizo.
- El convento, que ha sido íntegramente restaurado y está ubicado en el punto más alto de la colina, dotado de una torre con un reloj.
- El patio de los arcos que se encuentra frente a la capilla.
- La zona palaciega o baluarte cilíndrico decorado con un estilo catedralicio propio de la moda del siglo XIX.
Esta obra maestra de la arquitectura de la edad moderna combina de marea armónica los estilos: neo-gótico, neo-islámico y neo-renacentista. Entre una de sus mayores atracciones tenemos a sus jardines en los cuales se aprecian especies de plantas venidas de diversas partes del globo, como por ejemplo helechos gigantes de Nueva Zelanda; pero esta variedad no sólo se centra en los jardines puesto que en todas la habitaciones del palacio se puede apreciar objetos variados provenientes de diversas partes del mundo.
En 1910 al proclamarse Portugal como una república el palacio se adaptó para funcionar como museo, permitiéndoles de este modo a los viajeros conocer un poco más sobre este país y visitar una de las obras arquitectónicas más bellas del mundo.