Aalsmeer es la capital holandesa de las flores. La venta de las mismas se efectúa mediante una subasta silenciosa, en la que se utiliza un cuadrante luminoso denominado “el reloj de las flores“.
Los holandeses cultivan gran cantidad de flores: rosas, lilas, crisantemos, plantas verdes, begonias, tulipanes, claveles, etc. En este cultivo científico se utilizan, además de los abonos, calor artificial y lámparas de rayos ultravioleta.
En el Aalsmeer Market, la actividad comienza a muy tempranas horas de la mañana. Ya desde las 6 de la mañana se empiezan las subastas y a lo largo del día habrá un gran movimiento en todo el edificio, que alberga unas 350 empresas, (importadoras, exportadoras…)
Flores y plantas se subastan en medio de gran silencio frente al gran reloj. Los compradores, sentados en la sala, pulsan un botón cuando la aguja marca el precio que desean pagar, y el lote floral es adjudicado al que primero hizo la indicación. Los que no llegaron a tiempo deberán probar fortuna en el próximo lote sacado a subasta y pulsar tal vez un poco antes – lo cual quiere decir pagar un pco más caro- si no quieren quedarse sin flores.
Este tipo de subastas es único en magnitud, lo que, unido a la cultura floral y a la presencia de una estación de experimentación en floricultura, hace que esta ciudad sea conocida como la capital mundial de las flores.
Además, hay un desfile floral que cada año llena de color la ciudad y que es un espectáculo tremendamente divertido por la particularidad de algunas carrozas.