Los hoteles temáticos son una novedosa idea surgida en tiempos de globalización. La misma ha tenido su existencia a partir de la intensa competencia que, con el correr de los años, aumentaba entre los diferentes hoteles más populares a lo largo del mundo. Era necesario diferenciarse y la ingeniosa idea de confeccionar los hoteles según una temática específica fue un paso hacia adelante en cuanto a la renovación necesitada.
Los hoteles temáticos ofrecen, a su vez, la posibilidad de generar un clima totalmente diferente del que se supone tienen sus visitantes durante el transcurso de su vida cotidiana. Los hay de todo tipo, respondiendo a las diferentes demandas existentes. Así, podemos encontrar hoteles personalizados según el arte, la música, los deportes, la gastronomía, etc. Puede servir como incentivo para quien está de vacaciones y quiere sumergirse en un mundo diferente; como para aquel que en medio de la rutina desea tomarse un recreo y fingir por un momento que se ha traslado a otro lugar.
Una idea surgida a finales de los años ’70 consiste en los denominados hoteles “cápsula”. Los mismos, se caracterizan por significar un máximo aprovechamiento físico ya que sus habitaciones, colocadas una a la par de la otra, constan de alrededor de 2 metros de largo por 1 de alto y en su interior contienen una cama, control de luces, teléfono, televisión y conexión Wireless. Su máxima ventaja, además del aprovechamiento de la pileta y el restaurant, está en el bajo precio que posee.
Un claro ejemplo de hotel temático es el Hotel Arte Pop, ubicado en la ciudad de Nueva York. El mismo supone como lema principal la conservación del arte, por lo que año tras año lleva a cabo la presentación de diversos artistas.