Si bien, la campana más grande colgada en una torre se encuentra en la catedral de Liverpool (Reino Unido), es la campana Kolokol ‘la campana de los zares’, situada en Moscú, la de mayores dimensiones conocida.
Las dimensiones son extraordinarias: 216 toneladas de peso y más de seis metros de altura. Una mastodónica campana confeccionada y fundida en bronce por los maestros Motorin, en 1.733-1.735 , con inscripciones y grabados ejecutados por otros cinco artesanos, y que nunca llegó a ser utilizada por culpa de un devastador incendio que dos años más tarde, provocó serios desperfectos en su estructura, despréndiendose un fragmento de doce toneladas.
Por eso, un siglo más tarde, desde 1.836, (antes, permaneció en el foso de la fundición), la campana permanece en un pedestal, diseñado por Montferrand, junto a la torre de Iván El Terrible,en el palacio del Kremlin, (donde está expuesta como un atractivo turístico más de cualquier tour moscovita).
Esta torre iba a ser el lugar originario donde los arquitectos moscovitas habían proyectado encajarla, pero debido a ‘errores de cálculo’ por sus enormes dimensiones, finalmente se desechó la idea y quedó inutilizada.
Curiosamente esta campana fue construída con materiales de dos campanas anteriores realizadas a finales del XVII, que también fueron afectadas por otro incendio.