Este año, aunque no se sabe exactamente cuando, tendrá lugar en Etiopia la apertura de un Museo del Café, dedicado sea a la bebida que justamente también a la planta.
La ciudad elegida para alojar este museo tan particular es Bonga, capital de la región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, que además se piensa que es el lugar originario del cultivo de la planta del café.
El Responsable de la Cultura de la administración del ayuntamiento, Assefa Gebremariam, ha explicado a los medias locales que el coste para la realización del museo podría llegar a 1,2 millones de euros, coste “cubierto por las donaciones de los ciudadanos y por los fondos puestos a disposición por la administración del ayuntamiento”.
Al lado de la estructura nacerá un centro para las búsquedas sobre el café, otros locales para muestras y reuniones, y un restaurante.
Y es que en Etiopía tomar el café corresponde a hacer una verdadera ceremonia, no importa donde se lo tomen, si en un local con el suelo lleno de hierba fresca para acercarse a la Madre Naturaleza o en una casa particular: Una joven mujer prepara la mesa quemando incienso, luego lava los granos blancos y los pisa con las manos, para luego tostarlos. Cuando el café está listo se sirve negro e hirviente en una ‘berekha’ (una taza particular sin mango); hay que llenar la taza hasta el borde y se gusta un poco a la vez.
Una cosa muy importante es que hay que tomarse por los menos tres tazas, lo que puede requerir hasta una hora, pero luego seguro qua habrán recibido la bendición.
P.S. Muchos media dicen que es el primer museo del café al mundo, eso no es verdad, por ejemplo en Guatemala hay uno desde el año 2000.