Desde 1867, la finca del general Robert E. Lee se convirtió en cementerio nacional de Estados unidos. Las aguas del río Potomac separan el gran cementerio de la capital federal norteamericana: Washington.
La propiedad de Arlington, confiscada al General Lee después de la Guerra de Secesión, es una extensa colina verde y boscosa que domina las riberas de Potomac, en la ciudad de Washington.
Ha sido convertida en necrópolis nacional; actualmente alberga las tumbas de numerosas personalidades militares norteamericanas y veteranos de guerra. La emotiva originalidad de este cementerio radica en la simplicidad de su aspecto.
Han sido respetuosamente conservados los bosquecillos, las pequeñas praderas e incluso la casa del General Lee, que también puede visitarse, aunque en un horario más reducido.
En él se haya el Monumento al soldado desconocido de la Primera Guerra Mundial, ubicado en la cima de una
colina, siendo uno de los sitios más populares del cementerio. En realidad no es una, sino tres tumbas las que allí se conmemoran. Siempre tiene un guardia al lado.
También y en él reposan los restos del Presidente Kennedy, asesinado en 1963, que descansa cerca de su esposa, algunos de sus hijos y de su hermano Robert. Su tumba tiene la llamada “llama eterna”, que jamás se apaga.
El cementerio está abierto a todo el que quiera visitarlo. Se puede pasear por allí desde las tempranas ocho de la mañana hasta aproximadamente las siete de la tarde. Abre los 365 días del año y se ofrecen visitas guiadas desde unos 5 euros. Cuando estés dentro, puedes montarte en un pequeño tren que hace una ruta por todo el terreno, parando en los puntos clave. Para llegar hasta él, hay que cruzar el puente del río Potomac, dejando atrás el Monumento a Lincoln.
wikipedia | Cementerio Nacional de Arlington
web oficial | Arlington National Cementery
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