Pero si visitan Valencia en Navidades no puede faltar un día al Bioparc, donde los niños podrán aprender jugando y los adultos podrán volverse niños y pasarlo bien. Aunque también está bien echarse un paseo por el Mercado Central el día 23 o por la mañana de Nochebuena.
A propósito, la cena del 24 empieza después del discurso del Rey y no prevee un menú particular; hacia las diez se asiste a la tradicional Misa del Gallo y luego se va al Belén de la plaza del Ayuntamiento, para escuchar los villancicos cantados por los coros de las iglesias del centro, una manera como otra para dar la bienvenida al Niño recién nacido.
La carrera de San Silvestre seña el fin de año, aunque es celebrada al 30 de diciembre para no estropearse la Nochevieja; esta se pasa o en familia o de fiesta por ahí, ya que son muchos los locales que abren gratis. Podrán tomarse las 12 uvas al son de las 12 campanadas ante el reloj de la iglesia de Patrix o en algún local; mientras que en la calle Caballeros hasta el amanecer encontrarán buen rollo.
Llega el Año Nuevo entre reuniones familiares y la mayor mascletá de todo el año (hasta más grande que la des las Ferias): el Paseo de la Alameda se llena de más de mil kilos de pólvora que a las 2 de la tarde se queman en tan sólo 15 minutos; ya se pueden imaginar, seguro que si alguien todavía iba dormido ahora estará bien despertito y sin café.
Guía de Viajes | Valencia
Más Información | Parte 1, Parte 3