Nuevos elementos españoles en el Patrimonio de la Humanidad (4)

26 noviembre, 2010

Fotografía: Wikipedia

También la Dieta Mediterránea ha entrado a hacer parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, otra victoria española, si así deseamos llamarla, compartida con Grecia, Italia y Marruecos, los países que efectivamente son la cuna de esta cocina tan particular, cuanto sana y genuina.

Cuando hablamos de dieta mediterránea hablamos de una manera de alimentación sana y genuina, con productos de calidad propios del mediterráneo que, antes de ser llevados a la mesa para ser usados de la manera oportuna, son cultivados y/o criados según determinados conocimientos, prácticas y tradiciones. Son productos de la tierra y del mar como frutas, verduras, condimentos, especias, cereales, carne, quesos, vinos, pescados, aceite de oliva y más, cuyo cultivo, pesca, conservación, transformación y preparación se hace respetando determinados criterios que han permanecido constantes en el tiempo.

Considerando la etimología de la dieta mediterránea, que precede de la palabra griega “diaita” con el significado de “modo de vida”, esta se refiere no sólo al tipo de alimentación, sino también al entorno cultural por la que es acompañada; nos referimos a la interacción social típica de quien se sienta en la mesa, también en ocasión de acontecimientos festivos.

Asimismo la dieta mediterránea ha originado un conjunto de cantos, relatos, refranes y leyendas, entrando a hacer parte del colectivo y de la vida de las personas. Hoy es apreciada en todo el mundo y por eso los países donde es practicada son una meta turística por parte de quien ama “la buena cocina”.

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