Navegando por la red en busca de hoteles, he encontrado este curioso edificio en Tokio. Se trata del ‘Nakagin Tower’ (‘Torre Nakagin’, en español). Podría parecer un ejemplo de la arquitectura más vanguardista de estos últimos años, nada más lejos. Se construyó hace 37 años, en 1972.
Su artífice fue el arquitecto Kisho Kurokawa y, ya en su día fue calificado como una obra valiente y arriesgada tanto por su concepto como por su diseño. Y es que el edificio, situado en la zona de Ginza, en Tokio, no pasa desapercibido para quién se tope con él. Se compone de 140 cápsulas o composiciones modulares unidas a una torre central, perfectamente ensamblados con posibilidad de ser reemplazados.
De hecho, Kurokawa pretendió realizar un edificio reciclable, con posibilidad de que el espacio de cada cápsula pudiera ser ampliado, un edificio que se transformara y encajara a través de combinaciones, semejantes, es mi humilde opinión, al cubo de rubik. Lamentablemente este ejemplo de arquitectura metabolista de los años setenta podría desaparecer si nadie lo remedia.
Construído en un principio como hotel para los ‘hombres de negocios’ de la metrópoli japonesa, con el paso de los años, la falta de mantenimiento y la amenaza del abesto han conseguido que las autoridades se planteen su derribo para construir más viviendas.
Sin embargo, su creador (fallecido en 2007), y distintos colectivos y asociaciones pusieron en marcha una campaña para impedirlo. Por ahora, no está dando el resultado esperado.
Vía| Urbanity
Más info| Kisho Kurokawa. Sitio oficial
Fotos| Taringa!