El Castillo de Corvin fue enriquecido con salas y dormitorios de honor de los príncipes que lo ocuparon sucesivamente. Del destino de este castillo nos habla Nicolae Ceriser, director del Museo “El Castillo de Corvin” de Hunedoara:
“El Castillo de Corvin es importante desde el punto de vista histórico porque fue mandado construir por una familia muy importante en la historia de Transilvania y del Reino de Hungría, los Hunyadi. El término “corvino” fue atribuido a Matías Hunyadi por el biógrafo Antonio Bonfini, el cual afirmaba que la familia Hunyadi descendía de la antigua familia romana de los Corvino. Por otro lado, el nombre “Corvino”, proviene de “corvus”, osea “cuervo”. El Castillo es importantísimo también desde el punto de vista arquitectónico, porque reune armoniosamente elementos de arquitectura civil y militar de tipo occidental, del Tardo gótico y de inicios del Renacimiento.
Fue utilizado como residencia señorial fortificada de los Corvino y luego como residencia nobiliar para importantes familias transilvanas, hasta 1724 cuando fue ocupado por los Asburgo y transformado en un depósito para el hierro. Fue el inicio de su desdicha; un poco a la vez fue degradándose y quedó inutilizado hasta su restauración, finalizado a la conservación y a su reutilización como Museo.
Hoy aloja colecciones de arte y técnica militar, arqueológica, arte decorativa y etnografía. Cada año es visitado por casi 200 mil turistas, cifra que crece continuamente gracias a su inclusión en los circuitos turísticos organizados por los varios operadores turísticos”.
Pero las noticias sobre este desventurado castillo no terminan aquí…
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