Los cinco años más enigmáticos y experimentales de la carrera artística de Henri Matisse son el centro de la próxima gran exposición del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la primera dedicada a ese periodo del pintor francés.
Matisse: radical invention, 1913-1917 explora un momento fundamental de la carrera de Henri Matisse (1869-1954), justo cuando desarrolló sus trabajos más exigentes, experimentales y enigmáticos, y estará abierta al público hasta el 11 de octubre.
Se trata de una ambiciosa muestra que a través de 120 pinturas, esculturas y dibujos realizadas por el pintor francés en esos cinco años quiere mostrar su proceso de trabajo y la revolucionaria experimentación de lo que él mismo llamaba sus métodos de construcción moderna.
Estos grandes cambios que sufrió Matisse se produjeron después de su vuelta de Marruecos a mitad de 1913. Empezó a enfatizar la forma y a prestar atención a los artistas más jóvenes, en especial a los cubistas como Pablo Picasso y Juan Gris.
La exposición se ha organizado cronológicamente, comienza con los trabajos del pintor entre 1907 y 1912 e incluye un espectacular cuadro de Paul Cézanne, titulado Trois baigneuses, realizado entre 1879 y 1882, y que Matisse adquirió en 1899.
De sus primeros años de producción artística se exhiben igualmente otras obras destacadas, como Le Luxe, Blue Nude (Memory of Biskra) o Bathers with a Turtle. También de esa época son las obras que surgieron de su viaje a España y Marruecos, en las que se aprecia un rico colorido y su admiración por la arquitectura morisca, tal como refleja el famoso The Manila shawl o Fatma, the mulatto woman.