El Museo Arqueológico de Sevilla está ubicado en Plaza de América, frente al Museo de Artes y Costumbres Populares y junto al Pabellón Real dentro del Parque María Luisa.
El edificio fue construido entre 1910 y 1915 bajo un proyecto de diseño del arquitecto Anibal González. Pero el museo en sí, fue creado en 1879, bajo el amparo del decreto de 1867 sobre museos arqueológicos. La Junta de Museos tuvo mucho que ver en la fundación del Museo Arqueológico de Sevilla, ya que eran quienes se hacían cargo de las antigüedades que se encontraban.
Los primeros objetos que habitaron el museo fueron descubiertos en las excavaciones de Itálica, alrededor de 1780. Dichos objetos fueron reunidos por el entonces alcaide del Alcázar, Don Francisco de Bruna y Ahumada. En 1788 se hizo “museo temporal” y se añadieron esculturas de los emperadores Adriano y Trajano, que habían sido descubiertas en las excavaciones de Santiponce. Ya en el año 1900 se añadió la escultura de Diana y restos romanos procedentes de las desamortizaciones del siglo XIX.
El comienzo del siglo XX fue bastante complicado para el museo, ya que debido a la cantidad de obras que había en el lugar, se debieron habilitar dos salas más. El problema siguió durante mucho tiempo más, hasta 1941 para ser exactos. Se debían trasladar las nuevas obras, y para eso fue necesario un reacondicionamiento del lugar, para dar lugar a la reinauguración el 25 de mayo de 1946.
En 1962 se lo declaró Monumento Histórico Artístico y durante la década del 70 sufrió nuevas modificaciones y la cantidad de obras residentes aumentó hasta el increíble número de 60 mil.
El museo exhibe obras que reviven las épocas romanas e hispanorromanas, la mayoría procedentes de Itálica o de donaciones de municipios. Tampoco podemos dejar de mencionar las piezas de la etapa prerromana, que se han conservado prácticamente intactas y también son exhibidas aquí.
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