Oannes en la mitología mesopotámica era un semidiós por mitad pez y por mitad humano, una especie de sirena podríamos decir. El día lo pasaba con los humanos y les enseñaba las ciencias, las artes, la civilización y más cosas. Mientras la noche la pasaba dentro del mar. Por su naturaleza anfibia ha sido identificado con Neptuno, Poseidón, el Dios pez Nommo de los Dogon y con el Enki de la mitología sumeria (los Acadios lo llamaban “Ea”, E= casa y A= agua).
Y si Oannes vivía dentro del mar, a lo mejor para el 2100 una ciudad anfibia podría ser realidad. Está de hecho que el artista Vincent Callebaut ha diseñado una ecoisla flotante llamada Lilypad, como la flor, totalmente autosuficiente y sostenible por sí misma. Esto en previsión del futuro derretimiento de los polos que ve levantarse gradualmente el nivel del mar, osea que cada isla sería una especie de refugio climático.
Cada isla podría alojar 50.000 personas y flotaría en el mar siguiendo las corrientes oceánicas frías y calientes, llegarían entonces a otras ciudades costeras donde podrían comerciar, aunque lo necesario para comer lo obtendrían de áreas de cultivo y la energía sería eólica, solar y mareomotriz. Dentro de cada isla Callebaut preveé también la colocación central de un lago de agua dulce obtenido de la recogida y purificación del agua de lluvia; no falta tampoco una pequeña región montuosa con bosque, para poder cambiar de escenario.
Y es que mirando los dibujos en la web de Callebaut, donde las islas más que flores parecen discos volantes, parece de revivir el mito de Oannes.
Web Oficial| Vincent Callebaut