Fotografía: julianaka
Caravaca es uno de los cinco lugares del mundo que tiene el privilegio de celebrar el Jubileo Perpetuo con otros cuatro: Santiago de Compostela, Roma, Santo Toribio de Liébana y Jerusalén. Desde 2003, se celebra cada siete años.
Es algo menos conocido, pero igual de interesante. Acercarse hasta el relicario donde se guarda un trozo de madera del patíbulo donde fue crucificado Cristo, mueve a un sinfín de peregrinos que buscan la indulgencia plenaria.
Fotografía:Daniesfra
La Santísima Vera Cruz de Caravaca (Murcia), en forma de relicario, se exhibe en la capilla de la Basílica del Real Alcázar. El término ‘Vera Cruz’ o ‘cruz verdadera’ está relacionado con la orden del Temple. Fue a principios del siglo XIII cuando el rey almohade Ceyt-Abuceyt, preguntó a los prisioneros cristianos sobre sus oficios, y uno de ellos, el sacerdote Ginés Pérez Chirinos, le respondió que “decir misa”.
Cuando se preparaba para el acto litúrgico, tal y como ordenó el rey, porque sentía curiosidad, el sacerdote se percató que faltaba el crucifijo. Cuenta la leyenda que, en ese momento, se le aparecieron dos ángeles que portaban la Vera Cruz, lo que provocó que el rey se convirtiera al cristianismo sin pensárselo dos veces.
Con posterioridad, la cruz fue bandera y talismán contra invasiones musulmanas y Caravaca fue bastión de la frontera hispano-árabe, en España durante la edad media. Fueron los Templarios los que custodiaron la reliquia hasta 1934, lugar en el que se produjo el saqueo. Cuando finalizó la guerra civil, Pío XII regaló a Caravaca otro nuevo ‘lignum crucis’ para que no se perdiera la devoción.
Sitios turísticos de obligada visita: el Real Alcázar Santuario de la Vera Cruz, la Iglesia del Salvador, la Iglesia de la Soledad, el Templete, la Casa Consistorial, el Monasterio de San José y la Plaza del Arco.
Más información | Turismo de Caravaca