Muchas personas sostienen que la mejor forma de conocer la encantadora capital de Francia es a pie, ya que no es una ciudad demasiado grande y posee un clima templado y una atmósfera agradable para pasear. De todas formas, debido a que la ciudad presenta innumerables atracciones, es inevitable utilizar el transporte público en algún momento de la visita a dicha ciudad.
Afortunadamente, París posee gran cantidad de medios de transporte que son, en general, buenos. Sin embargo, es bueno caracterizar cada transporte público por separado, para estar bien informado a la hora de elegir uno para movilizarse en París.
Metro: Es un método rápido, poco costoso y eficiente de viajar. En París hay alrededor de 300 estaciones y 16 líneas distintas.
Autobús: París cuenta con 60 líneas de colectivos que realizan recorridos que abarcan tanto el centro como los lugares históricos más visitados en la ciudad.
RER (Réseau Express Régional): Se trata de una red de ferrocarriles que posee un sistema de viaje similar al del metro, pero mucho más rápido que éste.
Balabus: Es una línea especial de autobuses que tiene como objetivo recorrer la ciudad en un trayecto que incluye los sitios más representativos de París. Es ideal para los turistas, pero hay que tener en cuenta que funciona sólo desde abril a septiembre los días domingos y feriados.
Taxis: Los taxis en la ciudad de París se distinguen del resto de los autos por llevar un cartel característico en el techo. No son para nada baratos y no llevan a más de 3 personas por viaje, por lo que son poco recomendables.