Los inicios de Tartus se remontan al segundo milenio A.C., fue fundada como colonia fenicia, aunque no quedan muchos restos de esta época.
Aquí se encuentra el segundo puerto más grande en la costa de Siria y como todas las ciudades que dan al mar dispone de playas que atraen a los turistas. Esta hermanada con la ciudad española de Tortosa.
Gracias al emperador Constantino posee la primera capilla dedicada a la Virgen que se construyó en el siglo III.
Durante la Edad Media la ciudad era uno de los puntos donde llegaban los peregrinos que viajaban a Tierra Santa y se convirtió en un puerto importante de abastecimiento para los cruzados, su defensa fue confiada a la Orden de los Caballeros Templarios.
En 1123 los cruzados levantaron la iglesia de nuestra señora de Tortosa, para recibir a los peregrinos. La catedral fue mezquita después de la reconquista de los musulmanes.
Fue usada como cuartel militar por los Caballeros Templarios, que construyeron un castillo con una capilla mayor y lo rodearon por muros para proteger la ciudad de los ataques de los musulmanes.
La catedral medieval de Nuestra Señora de Tortosa es en la actualidad un museo, en el que se encuentran las antigüedades recuperadas de Amrit y de otros lugares de la zona.
El centro histórico de Tartus consiste en edificios más recientes construidos dentro de las paredes de la fortaleza, su foso todavía separa la parte vieja de la ciudad moderna.Tartus y sus alrededores son ricos en antigüedades y sitios arqueológicos. Los mas importantes están situados a unos 30 minutos de Tartus.
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