Lisboa es la capital y la ciudad más grande y rica de Portugal. Está ubicada en la desembocadura del río Tajo, es un sitio muy agradable tanto para los turistas como para la gente local. Posee un tamaño y una calidad en sus servicios que no tienen nada que envidiarle a cualquier otra capital europea; además de contar con un clima cálido casi todo el año, una vida nocturna muy movida, playas placenteras a pocos kilómetros de distancia, centros comerciales enormes, y muchos lugares por conocer, de los cuales mencionaremos los más destacados.
En primer lugar tenemos la Baixa, la zona principal del centro histórico y la más visitada en Lisboa. En este sector comercial y turístico, podemos encontrar el Barrio Alto y el Castillo que se extiende desde la Plaza del Rossio hasta el río Tajo.
Podemos visitar el Castillo de San Jorge, situado en la colina más alta del centro de la ciudad; el Barrio de la Afama, la Catedral de Lisboa y el Convento do Carmo.
También es posible descubrir la Torre de Belém, una construcción militar que tenía como fin vigilar la entrada del Tajo. En el Barrio de Belém podemos encontrar el Monumento a los Descubridores y el Monasterio de los Jerónimos, cuya construcción duró alrededor de 70 años. Posee un estilo manuelino influenciado por el renacentista y el gótico.
En una de las calles situadas a la derecha de la Rua Augusta se encuentra el elevador de Santa Justa, un ascensor tradicional de hierro forjado a finales del siglo XX. Éste tenía como finalidad conectar la Baixa con el Barrio Alto. Éste último es una zona de calles estrechas, bares y restaurantes que se llenan de gente por las noches.
Como se puede observar en estas descripciones, hay mucho por descubrir y recorrer en esta antigua y bonita ciudad, así que no debes dejar de tomar en cuenta a Lisboa como un próximo destino para visitar.