A través de la arquitectura más vanguardista, de trazo limpio y clara vocación funcional, se ha transformado el aspecto de la región austriaca de St. Anton am Arlberg. El clásico paisaje de postal casi vintage se ha visto actualizado con las numerosas construcciones que han optado por líneas totalmente innovadoras.
Estos nuevos edificios no se perciben como elementos extraños, futuristas y contrapuestos al entorno tradicional, sino más bien como nuevas formas que se integran en el paisaje, aportando una sorprendente armonía.
Todo empezó hace unos años con la inauguración del nuevo Galzigbahn, un funicular de montaña en la estación del valle que utiliza, para entendernos, la tecnología de la noria. Pionera a nivel mundial, el edificio es de cristal y permite así visualizar las cuatro enormes ruedas que mueven los funiculares.
Esta pasada temporada ya se podía ascender a las pistas de esquí de Rendl desde el nuevo Rendl-Bahn. El edificio transparente de la estación del valle nos acerca más al centro de la localidad de St. Anton am Arlberg. También cuenta el valle con el centro deportivo y de escalada multifuncional de arl.rock.
Ofrece hasta cien variedades de escalada diferentes, tanto en recintos cerrados como al aire libre, y de diferentes grados de dificultad. Con una torre de 17 metros de altura, marca un hito en el paisaje del valle.
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