Con un nombre u otro, a orillas del Song Huong (el Río de los Perfumes-) siempre ha habido un asentamiento humano de importancia desde hace más de 2.000 años. A menos de 10 kilómetros de la costa del mar de China Meridional, que para los vietnamitas es el mar Oriental, Hué se encuentra en una estratégica posición que le sirvió de punto de partida para conquistar el sur.
Al tiempo que se iba completando este avance, Hué crecía cultural y económicamente. Controlaba la industria de la seda y se convirtió en un centro de sabiduría budista. Muchos de los poetas y políticos vietnamitas han surgido de Hué.
El plano de Hué, como muchos otros aspectos de Vietnam, es heredero de la tradición china, y así hay una Ciudadela protegida por una muralla dentro de la cual se encuentra la Ciudad Imperial. Y, al cobijo de una tercera muralla, se escondía la Ciudad Púrpura Prohibida, ocupada por los aposentos privados del emperador y su familia. Sólo sirvientes eunucos tenían acceso a este núcleo para que el soberano perdiera cuidado sobre las tentaciones de sus decenas de concubinas.
Un canal rodea la Ciudadela, y hay hojas de loto flotando en las aguas verdosas. Hay una extraña sensación de adentrarse en el pasado al cruzar el río. Atrás queda la ciudad moderna, dentro no se ve un coche. Pasan gentes en bicicleta, alguna mujer tocada con su sombrero cónico y dos cántaros colgados de los extremos de un balancín. Una imagen del Vietnam eterno.
Más información| Way To Hue, Viajes Vietnam