Durante estos días el Valle del Jerte empieza a lucir sus mejores galas, gracias a la floración de un millón de cerezos.
En este valle famoso por sus cerezas se encuentra la Garganta de los Infiernos, un lugar con saltos de agua y cascadas y grandes pozas labradas en la roca por la erosión del cauce con unas aguas frescas y cristalinas que invitan al baño.
Fue declarada Reserva Natural en 1994 como fórmula de preservación para uno de los escasos ecosistemas de montaña presentes en Extremadura. Este paraje es popular sobre todo la zona de los Pilones, y forma parte de los términos municipales de Jerte, Tornavacas y Cabezuela.
Al norte de la Sierra de Tormantos y al sur de la Sierra de Gredos, es en la vertiente oeste de estas formaciones montañosas donde la garganta entronca con el río Jerte. En la parte alta y bordeando la Garganta de la Serrá, un valle glaciar del cuaternario, también se encuentra la Cuerda de los Infiernillos y el Cerro del Estecillo que forman el techo de la Reserva, cerca de los 2.300 metros de altura.
En los bosques de esta zona podemos encontrar entre otras variedades, alisos, fresnos y sauces, el tejo, el acebo y el abedul que debido a su escasez esta prohibido recolectar sus frutos o cortar sus ramas. el roble melojo, el espino, los madroños, las escobas y el rusco, no faltan los cerezos, que encontraremos en numerosas laderas.
Podemos informarnos de las rutas a seguir por la zona en el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Durante el verano es la época en la que las aguas cristalinas y frescas atraen a los turistas y curiosos con ganas de disfrutar de un buen paseo por el bosque y de un fresco baño.