Fotografía: Williamcho
Phuket desde sus playas hasta su más remoto paraíso interior está lleno de naturaleza que nos invita a jugar con ella. La exhuberancia de su verdor, tanto como su geografía de relieves pintorescos dan rienda suelta al viajero para que éste tome la iniciativa.
Desde luego que no hablamos de una selva virgen, pero sí de una isla cuyos paisajes pueden satisfacer cualquier actividad espontánea; desde los deportes acuáticos hasta recorrer uno de los bosques de rocas más extraños que un visitante poco acostumbrado haya visto antes. Un viaje a Phuket supone una buena química de la emoción de observar a la naturaleza en toda su plenitud y la relajación de un lugar que parece gobernado por el sol, los cocoteros, las montañas y el mar.
Fuera de sus concurridas playas de arena blanca, como Patong, Phuket consigue asombrarnos. El viajero puede abordar un motocarro – al igual que en Bangkok aquí también son muy populares- y escapar a su lado oriental; aún más puede salir a sus alrededores. Aunque no será tan difícil si antes ya no estás dentro de la jungla.
Fotografía: Willliamcho
Si te gusta la caminata o senderismo puedes dirigirte hacia el norte, a la bahía de Phang Nga exactamente a la Estación del Santuario de Tone Pariwat, es un lugar que está cubierto en abundante vegetación y una superficie eventualmente inundada a causa de las lluvias. Aquí puedes seguir el camino montando a elefante a través de la selva y explorar su belleza. Puedes animarte, también a alquilar una canoa y dejar que te lleven a lo largo de las aguas en declive que corren el lugar, aunque si no eres amante de las emociones fuertes, sería conveniente que te abstengas de hacerlo.
No muy lejos está el Visita al Templo Suwankuha (Cueva del Mono). Sí, hay monos en Phuket, aunque se escabullen ante la presencia humana. El visitante tendrá que ser paciente para poderlos ver.
Lo recomendable para recorrer la bahía es hacerlo en barco y apreciar la inmensidad de pequeñas islas alrededor del Phang Nga, en este lugar las embarcaciones se reúnen alrededor de las primeras horas del día, mientras que al atardecer todo es más tranquilo. Estamos ya dentro del Phan Nga Park o Parque Nacional de Phang Nga. Éste debido a su superficie irregular y a su abundancia silvestre es el mejor lugar para la aventura.