Según cuenta la leyenda, un joven persa llamado Farhad estaba enamorado de una chica de su pueblo que se llamaba Shirin, la cual sí le correspondía, pero su amor era secreto. Un día le dijeron a Farhad, que su amada había muerto a manos de un desconocido. Destrozado por la fatal noticia (que era mentira) cogió su caballo y cabalgó hasta un precipicio y se suicidó. De la sangre de sus heridas se creó un charco, y de aquí brotó un Tulipán. Por eso esta flor simboliza el amor perfecto.
Por eso para los turcos la flor del tulipán representa a la pasión. Sin embargo para los holandeses la historia no es tan romántica.
El tulipán llegó a Holanda en el siglo XVII. El botánico Carlous Clusius pasaba el tiempo en su laboratorio experimentado con las nuevas y bellas flores, sin enseñárselas a nadie. Esto creó un halo de misterio y curiosidad en los vecinos, que no pararon hasta conseguir robar del estudio las flores.
El origen de estas flores es de las llanuras de Asia Central, desde donde llegaron a Holanda clandestinamente. Tuvo que pasar un tiempo hasta que los bulbos se aclimataron a estas tierras. La gente enloqueció con la belleza de las flores, que alcanzó precios abusivos, tuvo que intervenir la autoridad para que el precio de los bulbos fueran razonables.
Ahora que va a a empezar la primavera y durante el mes de abril es cuando los tulipanes nos muestran toda su belleza y colorido, cuando están en flor y los campos parecen grandes alfombras de colores.
Los tulipanes son un símbolo de Holanda, aunque también puedes encontrar otros lugares preciosos para visitar en este país.