Uno de los sitios más visitados por los turistas que aterrizan sobre Escocia es la Necrópolis de Glasgow, que está ubicada en la parte superior de una colina sobre la Catedral de dicha ciudad. Es un cementerio en el que guardan descanso alrededor de 50.000 difuntos.
Esta Necrópolis fue creada en 1831 por la Casa de Comerciantes de Glasgow, y no sólo cuenta con las típicas tumbas pertenecientes a un cementerio tradicional, sino que también presenta una arquitectura victoriana repleta de imponentes mausoleos, decorados, estatuas, obeliscos y pilares realizados con los materiales de mejor calidad, para rendirles memoria a los habitantes más ricos de la región que fueron sepultados en ese lugar.
Para llegar a la entrada principal del cementerio hay que cruzar el Puente de los Suspiros, una construcción que se erige sobre el arroyo Molindinar. Una vez dentro del lugar, las calles se abren paso entre las decoradas tumbas hasta llegar a la cumbre del sitio, donde se impone una estatua impresionante de John Knox, uno de los clérigos líderes de la Reforma Protestante, que tiene 62 metros de altura.
Actualmente, el gran atractivo histórico y arquitectónico de la Necrópolis de Glasgow la transforma en uno de los destinos turísticos predilectos de todos los turistas que ponen sus pies sobre suelo escocés. Además, el entorno pacífico que rodea el cementerio lo convierte en un sitio más que apacible para una caminata y para tomar fotografías desde un punto panorámico impresionante.
Si piensas viajar a Escocia, debes tener en cuenta que se realizan visitas guiadas a la Necrópolis, que parten del Museo de San Mungo, donde se hace un recorrido histórico por la vida del patrono de Glasgow, y luego se recorre el Puente de los Suspiros hasta llegar al cementerio, y una vez finalizado el paso por el lugar, se vuelve al Museo donde se inició la excursión. Aprovecha la oportunidad y tómate el tiempo necesario para visitar este lugar, pues no te arrepentirás.