Estas pinturas recorren una extensa tradición cultural que se remonta muchos milenios atrás y llega hasta nuestros días. Así, en un mismo abrigo rocoso conviven las representaciones de animales, hombres o espíritus realizadas hace 25 y 25.000 años.Desde entonces, el acto de pintar conecta a la persona con el Ensueño, es decir, con el comienzo de la vida y con su continuación en el futuro.
Muchos de los conjuntos de pinturas de Kakadu son lugares tan sagrados que se mantienen en secreto. Sin embargo, lo que se da a conocer es suficiente para ser admirado como uno de los mayores tesoros de arte de la humanidad. Los enclaves de Ubirr y Nourlangie son los dos grupos de pinturas más importantes que los balanda están autorizados a conocer.
Son dos extraordinarios muestrarios de la evolución del arte rupestre y de los cambios que ha experimentado el paisaje de Kakadu a lo largo del tiempo. Hay que recorrer estos farallones que surgen de las marismas en busca de los abrigos que guardan las pinturas.
A cada paso se descubren figuras de danzantes y cazadores, de peces, canguros y tortugas, de espíritus. Uno de los estilos más característicos es el llamado de rayos X, que muestra a las personas y los animales con el esqueleto y los órganos internos claramente trazados.
Además, la Unesco considera que este parque nacional es uno de los pocos lugares del planeta que es Patrimonio de la Humanidad tanto por su importancia natural como cultural. Conviene preparar el viaje con antelación eligiendo bien el momento del año, ya que dependiendo de la estación las actividades varían considerablemente.
Más información| Unesco, Australia’s Northem Territory