Este pueblo del Valais suizo cuenta con el dominio esquiable más alto de Europa, con descensos desde 3.883 metros en el ‘Matterhorn glacier paradise. Las calles pertenecen a quienes pasean y contemplan. Íntegramente peatonal y sin coches (salvo limpios taxis eléctricos), la idílica estampa de este pueblo alpino carece de ruidos y humos alrededor.
Rothorn, Gornergrat y el Mattherhorn Glacier Paradise suman 350 kilómetros esquiables, casi un centenar de pistas, descensos sobre un glaciar que garantiza nieve todo el año y hasta el remonte de mayor altitud de Europa. Un sinuoso tren cremallera conecta, para esquiadores y turistas, el centro de Zermatt con el punto más alto de esta parte de la estación.
Cuenta con un aéreo teleférico de vertiginoso ascenso que alcanza los 3.883 metros del Pequeño Matterhorn. Desde esta cota, punto más alto del glaciar Theodul es donde se ubica el hotel-restaurante más alto del viejo continente, y una plataforma que proporciona una gratificante panorámica de 360 grados.
Después llega el momento de lanzarse sobre el paraíso glaciar del Matterhorn. Más de de 2.000 mil metros de desnivel para un descenso de dificultad moderada, que culmina en las mismas calles de Zermatt y permite disfrutar de una nieve de auténtico.
El Museo Matterhorn anticipa un recorrido fotográfico bajo tierra por la historia, un pueblo de recios granjeros en constante lucha contra los rigores invernales de este rincón alpino.
Más infomación| Hotel Iglú, Hotel Schönegg, Museo del Matterhorn