El Palacio de Nymphenburg (Munich) fue el regalo en conmemoración del nacimiento del niño Maximiliano II Manuel de Baviera. Su padre el Elector bávaro Fernando regaló a su esposa Enriqueta Adelaidad de Saboya un terreno con motivo de la satisfacción que le produjo la llegada del tan deseado heredero. Se trata de uno de los palacios considerado una obra de arte de rango europeo, dado que aquí se asocian arquitectura y diseño de parques con una armonía fuera de lo común.
El pabellón central del palacio se terminó de construir en 1675. Más tarde el palacio fue ampliado y se le agregaron dos pabellones residenciales, y el modesto palacio se convirtió en una elegante y espaciosa residencia de verano.
Después la sección sur del palacio fue ampliado aún más para formar los establos. Los majestuosos coches, carruajes y trineos que se exponen en el Museo de Caballerizas, y que muchos de ellos formaron parte en importantes eventos historicos, permiten al visitante vislumbrar la exuberancia de la vida de los antiguos moradores de Nymphenburg.
En uno de los pisos nos podemos deleitar con una selecta colección de porcelana llena de frágiles bellezas creadas en la fábrica de Nymphenburg, fundada en 1747 y que sigue existiendo en la actualidad.
Algunas habitaciones conservan todavía la decoración barroca original, mientras que otras han sido redecoradas en estilo rococó y el neoclásico.
El Salón de Piedra (Steinerner Saal) es un lugar imprescindible para ver, tiene frescos en el cielo y unas decoraciones, que impresionan al que las ve. El gran salón ocupa más de tres pisos del pabellón central del palacio.
Info| Nymphenburg
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