Bajo la Catedral de Siena, encontramos la famosa Biblioteca llamada Piccolomini, nombre de un Cardenal que fue nombrado Papa en el año 1503 bajo el nombre de Pío III y que falleció a los pocos días de asumir como tal.
Él había encargado la construcción de esta biblioteca que tiene un acceso desde la nave de la Catedral. Ya en su interior podemos deleitarnos con los maravillosos frescos en las paredes, pintadas por el artista Pinturicchio, que cuentan la vida del Cardenal Enea Silvio Piccolomnini, tío del Papa Pio III que también fue nombrado Papa (Pio II).
Esta Biblioteca puede ser visitada todos los días del año, posibilitando así el acceso a cientos de turistas ávidos por ver tanta belleza y majestuosidad.
Situado junto al Campanario gótico en la parte derecha del Duomo existe un enorme arco que conduce al Battistero di San Giovanni, una construcción de forma rectangular que se divide en 3 naves.
En sus techos abovedados podemos ver soberbios frescos que representan motivos mitológicos y sacros, hechos por Francesco di Giorgio e di Lorenzo, uno de los artistas más importantes de la Escuela de Siena de esa época.
También podemos ver impresionantes pinturas obra del artista Michele di Matteo di Bologna, todas ellas representando secuencias de la Pasión de Nuestro Seños Jesucristo, como La Agonía, La Crucifixión y La Lamentación.
Ya, la pila bautismal es obra del escultor Jacobo della Quercia, está recubierta de paneles de bronce y dorado y en relieve están esculpidos diferentes episodios de la vida de San Juan Bautista.
Algunos de los paneles fueron hechos por Donatello y Ghiberti como el que revive El Banquete de Herodes.