Copenhague, la capital de Dinamarca, es un destino imprescindible para cualquier amante de los viajes a las grandes ciudades de Europa. Con una amplia oferta cultural, de ocio y de compras, su visita, al menos una vez en la vida, es una opción muy a tener en cuenta.
Es una ciudad de tamaño medio, con una población de 1.750.000 habitantes, pero con una constante afluencia de visitantes, tanto de dentro como de fuera del país. Está situada sobre la costa occidental de Sealandia, una de las islas que conforman Dinamarca.
Copenhague presume de una inteligente planificación urbanística, moderna y que tiene muy en cuenta al peatón. No se conocen los atascos de tráfico en ningún momento del día y la mayor parte del centro histórico es peatona.
La actividad en la ciudad es incesante durante el día, especialmente por la arteria comercial de Stroget, y la vida nocturna es bastante animada, con multitud de terrazas y bares llenas de gente, si el tiempo lo permite.
Cuenta con, al menos, media docena de museos muy destacados, como el Nacional o el NY Carlsberg Glypotek, y un importante número de monumentos muy reconocidos. No hay visitante que deje la ciudad sin haberse fotografiado junto a la Sirenita, en el parque Churchill o en el Tivoli.
La oferta de ocio y vida nocturna es muy importante. Multitud de restaurantes que cubren un amplio espectro de cocinas del mundo, además de pubs de estilo local o británico, cafés con grandes terrazas, locales de jazz o rock y discotecas que abren hasta bien entrada la madrugada. Todo lo que podamos necesitar para disfrutar de unas horas de relajación y desenfado.
Copenhaque, una opción más que interesante para unos días de viaje por la viaje Europa, con todo el encanto de la tradición y la modernidad.