Malta es un país predominantemente histórico, poblado de templos megalíticos que han sido declarados Patrimonio de la humanidad.
Por su situación geográfica privilegiada al estar en el centro del Mediterráneo estuvo bajo el dominio primero de los griegos y luego de los romanos, llegando más tarde el cristianismo que evangelizó a los indígenas del lugar.
En el año 1522 los llamados Caballeros de San Juan se quedaron con Malta, siendo conocidos como la Orden de la Cruz de Malta, y para defenderse de nuevas invasiones levantaron enormes fortificaciones.
La capital de la isla lleva el nombre de La Valetta y si se llega en crucero lo primero que puede divisarse son los muros del fuerte de St. Elmo.
Ya en la ciudad se puede visitar la catedral de San Juan, la más rica de la isla, en su suelo labrado en mármol pueden verse los grandes nombres del cristianismo que defendieron la isla y también pueden admirarse una gran colección de cuadros que fueron pintados por Caravaggio.
Si nos adentramos en los bellos jardines Barracca obtendremos una excepcional vista del Gran Puerto y de La Cotonera.
Medina es otra ciudad cristiana donde fue levantada la Catedral de San Pablo una hermosa construcción digna de verse.
Además, se trata de un lugar rodeado de una extensa campiña verde donde la tranquilidad y el relax se sienten en el aire.
El puerto de Marsaxlokk es otro de los sitios que no pueden dejar de visitarse pues es el fiel reflejo del espíritu de la isla, con sus barcas de pescadores y sus mercados.
Aquellos que gustan de practicar buceo deben ir a la Gruta Azul que posee hermosos acantilados que son golpeados incesantemente por las olas.