No está de más, si planea sus primeras vacaciones de 2010, alguna que otra recomendación para hacer un buen equipaje. Una de las reglas de oro es que sea ligero, completo y adaptado al viaje que se vaya a realizar.
Si viaja en avión, las maletas rígidas o semirígidas son preferibles para que el contenido llegue lo mejor posible. En cambio para el tren o el coche, las bolsas de viaje se adaptan a cualquier rincón. Aunque las más prácticas son las de ‘tripulación’, con el tamaño máximo permitido para llevar sin facturar en el avión. Ligeras, pequeñas y con bolsillos por doquier.
Una cuestión imprescindible: asegurése de que la maleta está identificada con nombre, dirección y teléfono. Posiblemente en los mostradores de facturación encuentre etiquetas disponibles. Eso sí, no se olvide de arrancar los precintos de anteriores vuelos, más que nada para evitar equívocos al cargar los equipajes por el personal.
Si la maleta no se pierde, pero se rompe o deteriora, y reclama, hágalo en la oficina situada en el aeropuerto. Será la compañía la que debe correr con los gastos de reparación o compra. Y para más seguridad, cierre siempre las maletas con cerradura o candado, y lleve a mano la documentación, el dinero, los billetes, la cámara fotográfica y un pequeño botiquín.
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