Distinguir a cientos de metros de distancia si aquel punto de la lejanía es un águila perdicera o una culebrera, observar el vuelo del buitre leonado, contemplar especies en extinción, descubrir el nido de un ave rapaz… son mil y un motivos para planear una escapada a este privilegiado rincón de la provincia de Cáceres, declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).
En sus 18.000 hectáreas de extensión, cortadas por la mitad por el río Tajo y cubiertas por un mar de encinas, Monfragüe acoge la mayor colonia reproductora de buitre negro, fácil de contemplar porque instalan sus nidos en las copas de los árboles más altos del bosque; pero también la mayor concentración de águila imperial ibérica y una de las mayores colonias de cigüeña negra.
A lo largo de todo el parque existen varios puntos de observación, pero son los miradores del Salto del Gitano, la Portilla del Tiétar y La Tajadilla donde más se disfruta del fascinante espectáculo, como también en lo alto del Castillo.
Si la visita coincide con la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO), que se celebra en la pequeña localidad de Villareal de San Carlos antes de la llegada de la primavera, será una grata y enriquecedora experiencia contemplar las aves junto a ornitólogos y naturalistas de todo el mundo, pero si no es así, siempre queda el consuelo de dejarse llevar por los sentidos.
Más información| Parque Natural de Monfragüe
Para dormir| Hospedería de Monfragüe, La Posada de Amonaria, NH Palacio de Santa Marta, Posada Dos Orillas
Para comer| Hospedería Parque de Monfragüe , Corral del Rey