Las estaciones aragonesas de Javalambre, Cerler y Formigal amplían su abanico de posibilidades de ocio para ofrecer propuestas originales en la nieve. Prohibido aburrirse.
Cerler: Una de las más activas de la zona. El safari nocturno, permite comprobar de cerca, sobre una máquina pisapistas, cómo trabajan los equipos nocturnos. Entre las paradas, hay una al centro de producción de nieve. El recorrido termina en el restaurante Ampriu, en el que reponer fuerzas tras la excursión.
Los que quieran algo más animado pueden subirse a una moto de nieve recorrer siete kilómetros, con la opción de hacerlo en el marco de una salida nocturna con cena incluida. Para los niños existen dos Skity Areas de Cerler, zonas diseñadas especialmente para los más pequeños con toboganes, iglú y zonas para esquiar especialmente habilitadas para ellos.
Y para ir de relax dos alternativas: “Forfait caña y tapa”, que permite canjear el forfait en la cafetería panorámica Remáscaro por una caña o refresco y un sándwich, y “Sarrau Beach”, una barra de hielo al aire libre con una gran terraza y ambientación típica playera, incluyendo hamacas y sesiones de DJ los domingos.
Formigal: La diversión también domina desde el mediodía hasta la noche en Marchica, el local de fiesta de Formigal, con celebraciones tematizadas y DJ´s. ¿Por qué no animarse a probar el trineo de perros y ver de cerca la naturaleza de la zona acompañada por canes nórdicos? Imaginarse en Laponia sin salir de Aragón.
Javalambre: Quienes deseen liberar altas dosis de adrenalina pueden decantarse por el nuevo skicross de la zona de Sabina, donde los amantes de la velocidad podrán disfrutar de cinco peraltes y dos zonas de dubies y saltos.
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