Parece mentira pero esta carretera se ha convertido en un reclamo turístico más, si visita Bolivia. Diariamente suele ser transitada por un buen puñado de vehículos y conductores casi suicidas debido al permanente riesgo por el que deben pasar mientras la cruzan, de ahí el nombre de La carretera de la Muerte, tildada como una de las más peligrosas del mundo.
Habrá notado al visionar el vídeo que el peligro es real y evidente. De hecho, el número de accidentes y fallecidos es más que considerable (unos doscientos siniestros al año, algunos con resultado mortal), aún así, no son pocos los que se atreven a emprender la subida, algunos en bicicleta de montaña, desde La Paz, la capital boliviana hasta la aldea de Coroico, territorio de Los Yungas, adentrándose en la jungla amazónica.
Si hacemos algo de historia, la carretera fue construída por prisioneros del Paraguay, a principios de los años 30, y para su construcción se hizo necesario el trabajo de una ingente cantidad de personas, completándose los 64 kilómetros de recorrido vertiginoso.
La calzada se estrecha peligrosamente en numerosos tramos lo que obliga a los conductores , pegados a la roca, a tocar el cláxon continuamente para evitar accidentes entre los que bajan y los que suben (éstos, al parecer, tienen prioridad).
Así que si le van las emociones fuertes, circular por esta vía (sobre todo, cuando la niebla nos acompaña) puede ser toda una experiencia, que esperemos pueda contar a sus nietos.
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