Si visitamos Buenos Aires en verano y queremos visitar un lugar pintoresco, además de alejarnos del calor por unas horas, es sólo hacer 40 km. y llegar al Tigre, una ciudad con encanto y llena de lugares para conocer.
Cuando llegamos al Delta del Tigre lo primero que llama nuestra atención es su exuberante vegetación, además de su río, donde se practican actividades acordes.
Tiene una infraestructura pensada para el turista, existen hoteles, cabañas y posadas, también si es para pasar más de un fin de semana pueden alquilarse casas que están cerca del río.
Los recreos son muy visitados por la gente del lugar sobre todo los fines de semana cuando hacen su tradicional “asado” y pasan el día, jugando al fútbol o tomando su clásico “mate”. Existen también spas muy confortables que ofrecen paquetes de fin de semana con varios tratamientos incluidos.
Famoso por sus cientos de canales, puede ser recorrido en excursiones que incluyen el almuerzo. Un paseo donde podemos disfrutar del aire puro y el trinar de los pájaros. Aquí se practican toda clase de deportes acuáticos como ser remo, kayak, wake borrad, ski acuático.
Otro paseo interesante es pasar la tarde recorriendo el Puerto de Frutos, donde se pueden comprar desde artesanías hechas por los lugareños con materia prima del lugar como también cuadros y alfombras tejidas a mano.
Aquí existen varias opciones de restaurantes y bares donde se puede almorzar o tomar algo mientras se disfruta del aire puro. En fin, si quieres conocer una forma diferente de pasar unos días el Delta del Tigre es un lugar ideal para hacerlo.