Fotografía: Toprural
Los núcleos urbanos de Asturias, sus ciudades, forman un triángulo con una distancia de apenas media hora entre cada una de ellas. Oviedo, Gijón y Avilés son los tres vértices en los que se asienta la vida urbana en el principado.
Todas ellas de tamaño medio, guardan, en su diferencia, rasgos compartidos que hacen reconocibles, en cada una de ellas, los elementos más comunes de la realidad asturiana. Un ambiente acogedor, limpio y bien conservado, que valora su legado histórico y su patrimonio cultural.
Un combinado de la tradición y costumbres más antiguas, con las más actuales corrientes sociales que pueden tener lugar en cualquier ciudad del mundo, todo ello para ofrecer a los visitantes opciones de ocio, relajamiento y esparcimiento cultural.
Organizar un viaje no muy extenso al Principado de Asturias permite un recorrido por estos tres enclaves, casi una continuación de la misma idea, pero con un corazón diferenciado, estando todas ellas muy cercanas a puntos de un alto interés turísticos en entornos naturales, ya sean en la costa como en el interior.
Al finalizar el viaje, cada visitante guardará unos recuerdos como más destacados que otros, ya sea la riqueza y sabor de su gastronomía, el influjo de la sidra, el color de sus campos, el agitado paisaje cantábrico, los montes y un paisaje lleno de recovecos y rincones llenos de vida. Múltiples paradas en ese viaje a través del triunvirato urbano de esta comunidad que conforman Gijón, Oviedo y Avilés, la urbanidad no distanciada de la propia tierra.